sábado, 17 de octubre de 2015

INTEGRA EN LA ESCUELA (3º de Infantil)

 
  El viernes, 16 de octubre, nos hablaron de las personas con discapacidad, que no pueden caminar, ver, oír o hablar.

 




  Nos han contado un cuento infantil, sobre un niño que era diferente al resto. Era “cuadradito” , mientras que  los demás eran "redonditos", y por ello no podía ir  a la  escuela, ya que no cabía por la puerta redonda. Sus compañeros pensaron en la forma de que su amigo pudiera ir a la escuela, como ellos. Entre otras, se les ocurrió, empujarle con fuerza, para ver si entraba, cortarle las esquinas con una sierra,  para que pudiera entrar por la puerta; pero se dieron cuenta, de que eso no podía ser, porque le dolería. Hasta que, por fin, llegaron a la conclusión de que, si hacían la puerta con su forma, cuadrada, podrían entrar todos. Desde ese día “cuadradito”, fue al colegio como todos los niños, y se sintió, muy, muy, feliz.




 



  Después, hemos hecho juegos para ponernos en el lugar de estas personas, y hemos aprendido mucho sobre ellos, para poder entenderles  y ayudarles, y que así, se sientan mejor.
  Primero, hicimos un juego, en el que teníamos que adivinar lo que decía la profesora, sólo leyéndole los labios, como las personas que no pueden oír.

  Después, nos enseñaron un cuento adaptado para las personas que no pueden ver. Sus imágenes estaban  en relieve, y las letras, tenían puntitos abultados, que tocamos con los ojos cerrados.













  También pudimos tocar un dominó de texturas diferentes en cada parte, con el que las personas que no ven, pueden jugar.










    Además, aprendimos a llevar a la persona que no ve, hasta distintos lugares de la clase.






¡No fue nada fácil!

 También jugamos a reconocer objetos y  personas, sin usar el sentido de la vista; sólo a través del sentido del tacto.







  Después, identificamos a los compañeros, usando el sentido del oído, tan sólo escuchando su  voz.
 

                     ¡Fue muy divertido!, y aprendimos que también otros sentidos nos pueden ayudar.



   Al final, nos regalaron una mochila muy bonita donde guardar nuestras cosas.








 Si algún día tenemos un amigo como "cuadradito", sabremos mejor, qué le pasa y cómo ayudarle a sentirse mejor.

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